El alcalde, Javier Lacalle, inauguró en diciembre “La Casa de los Gigantillos”,espacio dedicado a albergar el testimonio de las tradiciones burgalesas a través de las figuras más representativas de nuestra historia común. Un homenaje a los gigantones y los gigantillos de Burgos, acompañados de sus inseparables danzantes, policías de gran gala e infanzones.
El local que los alberga está ubicado en el paseo del Espolón, en los bajos del Teatro Principal en un local municipal que exhibe en su fachada otro símbolo burgalés: “El Morito”, punto de encuentro de la juventud burgalesa durante todo el siglo XX, que servía de emblema a una conocida joyería ubicada en el lugar.
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